Gustavo Adolfo y Eduardo Antonio Juliá, dos hijos del fallecido ex jefe de la Aeronáutica menemista, el brigadier José Juliá, y Gastón Miret, hijo del brigadier José Miret, ex secretario de Planeamiento durante la dictadura, fueron detenidos en el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, por tráfico de cocaína. A los detenidos les resultará complicado pasar por mulas o por una confusión de equipaje: el cargamento era de casi una tonelada, un volumen semejante al de un placard de 3 metros cúbicos, y lo trasportaban en un avión de la empresa Medical Jet que, según los registros societarios, los tiene como accionistas principales. Gustavo Juliá ya había pasado por los estrados judiciales: fue investigado por la Oficina Anticorrupción, que lo denunció a la Justicia en julio de 2003 por violación a la ética pública. Había sido incorporado durante el interinato de Eduardo Duhalde a la estructura del PAMI, territorio de Luis Barrionuevo, como gerente económico-financiero. Y como tal firmaba los pagos a su propia empresa por los servicios de vuelos sanitarios que básicamente consistían en trasladar a Barrionuevo hasta Catamarca casi a diario (ver aparte). La empresa Medical Jet, que ahora quedó bajo la lupa de la Justicia española, ya era investigada en Argentina por posibles conexiones con el narcotráfico.
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